diumenge, 26 de març del 2017

Breve carta a Edgar Allan Poe

La negra vida de tu narrativa de horror romántico y detectivesco, Edgar Allan Poe, se entrelazó con los obsesivos temas sobre la muerte, el entierro en vida o el duelo.

Amigo sin amigos: la muerte prematura de tu esposa y prima –Virginia Clemm– a los 24 años, te sumió en un profundo derrumbe psicológico.

Amigo sin amigos: alcohol, drogas, meningitis, sífilis... no te fueron fieles y acabaron contigo en un hospital de Baltimore, sin habla coherente para explicar tu propia defensa.

Edgar Allan Poe, escucha! Cuando el "genio" se lleva dentro en un lugar recóndito de lo que podías haber sido queda, en el rescoldo del tiempo, la inmortalidad de tu obra literaria. Que no! Que no quiero ignorarte ni ignorar, en ti, a tantos autores que como tu han tenido que pasar por algo o por alguien como AMIGO, SIN AMIGOS.


                AMIGO

Cuando el gris de la noche
caiga a plomo
y los negros sueños no logren aplacarse,
los llenaré de mí con mi alegría
          –amigo mío–
y pintaré tu noche de metáforas.

Sorteando el dolor
plantaré mis raíces en tu barro.

Cuando la noche de los días
me cuenten tus penas, seré
          –amigo mío–
tu oyente paciente,
proyectaré con fantasía mi sueño
y seré tu oyente impaciente sin voz
          –amigo mío–
que no hace falta la voz
en el arte de la pantomima.

Pintaré de blanco el negro de las moras.
De blanco, sí, las flores de las moras,
para que caigan, suavemente,
cuando pases por la noche gris
de tu negra fantasía.
          –Amigo, sí, amigo mío!–